Clorinda Matto de Turner (Cuzco,
Perú, 11 de septiembre de 1852 - Buenos Aires, 25 de octubre de 1909), fue una
destacada escritora peruana, de la corriente indigenista del
cual es fundadora.
En la hacienda de sus padres tuvo
oportunidad de observar la vida campestre, y aprendió a hablar el quechua.
Cursó estudios primarios en el Colegio de Nuestra Señora de las Mercedes en la
ciudad del Cuzco, que interrumpió a la muerte de su madre.
En 1871 se casó con el
comerciante, médico y hacendado inglés Joseph Turner y se fue a vivir con él al
pueblo andino de Tinta. Al morir su marido 10 años después, en 1881, la viuda
se vería enfrentada con serios problemas económicos, ya que abogados y jueces
corruptos la harían perder gran parte de su herencia.
En 1876 Clorinda Matto fundó la
revista El Recreo, en la que publicaron autores famosos de su tiempo como Juana
Manuela Gorriti, Ricardo Palma, Rufino José Cuervo o Fernán Caballero.
En 1889 asumió la jefatura de
redacción de El Perú Ilustrado en Lima, casi al mismo tiempo que aparecía su
primera novela, Aves sin nido, que la haría tan famosa. A raíz de esta
publicación y la de un relato supuestamente sacrílego de un escritor brasileño
en El Perú Ilustrado, la Iglesia Católica inició una campaña en contra de
Clorinda Matto; fue excomulgada y las masas populares instigadas por el clero
asaltaron su casa, incendiaron su efigie y quemaron sus libros, que fueron
prohibidos.
Esta novela fue controversial
porque narra la historia de amor entre un hombre blanco y una bella mujer
indígena, quienes no pudieron casarse al descubrir que eran hermanos, hijos de
un mismo padre, un sacerdote mujeriego y porque habla de la inmoralidad de los
sacerdotes en aquella época.
Estos fueron momentos muy
difíciles de su vida, y no fueron muchos los que se atrevieron a defenderla y
apoyarla públicamente. Ella hace especial mención a tres amigos a quienes les
dedica su novela Índole diciendo: "A mis queridos amigos y colegas Ricardo
Palma, Emilio Gutiérrez de Quintanilla y Ricardo Rossel". Este último se
presentó ante la Cámara de Diputados para expresar su más enérgica protesta por
los abusos cometidos en contra de Clorinda Matto y su familia.
El 25 de abril de 1895 salió de
Lima y se fue al exilio a Buenos Aires, donde falleció el 25 de octubre de
1909.